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¿Qué es un antagonista en una historia?
El antagonista es el personaje que personifica al opuesto, rival o enemigo del protagonista, por tanto, su existencia, aunque es relevante en el relato, también depende del protagonista. Es como un contrapeso de los deseos, motivaciones y objetivos de quien protagoniza la historia.
¿Cómo se clasifican los personajes en una narración?
Los personajes principales pueden clasificarse a su vez en protagonistas y antagonistas. El protagonista es un personaje que busca un objetivo, mientras que el antagonista representa la fuerza que se opone a este logro.
¿Cuál es el personaje protagónico?
La noción de protagonista permite nombrar al personaje principal de una obra de ficción, ya sea literaria, cinematográfica o de otro tipo. La etimología de la palabra nos lleva a la lengua griega, haciendo referencia a aquel que “actúa la primera parte” o que es “actor jefe”.
¿Cuál es el pasado de un personaje de ficción?
Y, de hecho, en cuanto personaje de ficción, tampoco se mueve en un mundo real, sino en un mundo que puede ser parecido al nuestro, pero que de nuevo es un mundo ficticio creado por el autor. Entonces, su pasado no importa, importa solo aquello que atañe al desarrollo de la obra tal como el autor la concibe.
¿Cómo informar al lector de quién es el personaje que habla?
El narrador, aprovechando una pausa del diálogo, o interrumpiéndolo, informa al lector de quién es el personaje que habla: —La Junta de Accionistas ha decidido hoy en la reunión extraordinaria —dice la jefa de prensa. Lo ideal, es que en todos los diálogos el narrador vaya salpicando aquí y allí para informar al lector de quién está hablando.
¿Cuál es el propósito de los personajes de ficción?
Si bien es un personaje de ficción, el propósito del escritor es que sea realista. El personaje no es realista si no tiene un pasado. En este momento el único ejemplo que se me ocurre es Cuatro o Tobias Eaton, quien tras una vida de constantes abusos por parte de su padre, decide irse a Osadia.
¿Cómo saber quién llama y quién responde?
Si solo hablan dos es fácil, si uno llama al otro por su nombre, ya sabemos quién llama y quién responderá. Cuidado con los vocativos, haz un uso moderado y siempre de forma verosímil.