¿Dónde se origina la palabra religión?
La etimología de la religión parte del como se conciben conceptos en cada una de las religiones existentes. La palabra religión proviene del latín religio, religiōnis.
¿Cuál es la definición de religión?
La religión es un conjunto de creencias y costumbres fundamentadas en la divinidad con la capacidad de regir la vida de las personas que la siguen. Una religión, a través de su texto sagrado, establece sus principios morales y decide qué está bien, qué está mal y qué objetivos persigue.
¿Cuál es la función de la religión?
Como función de la religión se refiere a que ésta desarrolla un conjunto de cualidades propias de la «condición religiosa» de una persona, dándole un carácter específico a su obrar, su pensar y su explicación de la realidad, del sentido de la vida y de la muerte.
¿Cuál es el origen de la palabra religión?
Lingüista La palabra religión proviene del latín religio, religiōnis. Sin embargo, su etimología, origen y significado es objeto de polémica. Una de teoría afirma que este vocablo se forma a partir del prefijo intensivo latino re -, y el verbo ligāre, que vendría a significar ‘ligar’, ‘amarrar’ o ‘atar’.
¿Qué es la religión?
De esta manera, en su sentido etimológico, religión comunica el vínculo existente entre el hombre y una o varias divinidades. La mayoría de culturas tienen uno o varios sistemas de creencias que aportan un sentido a la existencia humana. Identificar y manifestar esta conexión espiritual es la esencia de todas las religiones.
¿Cuál es el origen remoto de las creencias religiosas?
Si bien no hay una única tesis sobre el origen remoto de las creencias religiosas, algunos antropólogos sostienen que hace 10.000 años se produjo un cambio revolucionario en la mentalidad humana. Así, el hombre dejó de venerar a los animales o a los espíritus y empezó a articular un culto a unos seres supremos o dioses.
¿Qué dice Lactancio sobre la religión?
Dice Lactancio: “Estamos ligados a Dios y unidos a Él [religati] por el vínculo de piedad, y es a partir de esto que la religión ha recibido su nombre”. “Y no, como sostiene Cicerón, de la consideración cuidadosa (relegendo)”.