Tabla de contenido
¿Qué pasa si tengo el volumen plaquetario medio alto?
Un VPM anormalmente alto, que ocurre cuando el organismo crea constantemente nuevas plaquetas, se ha relacionado con varias enfer- medades cardiovasculares como la enfermedad arterial coronaria, la hipertensión y el derrame cerebral (2).
¿Cómo bajar el volumen plaquetario?
El médico podría recetarte un medicamento para bajar las plaquetas, principalmente en forma de hidroxiurea (Droxia, Hydrea) o interferón alfa (Intron A). Con un procedimiento similar a la diálisis, es posible extraer plaquetas de la sangre.
¿Cómo reducir el volumen plaquetario medio?
Existen otros alimentos que funcionan como antiagregantes plaquetarios evitando la formación de coágulos, entre ellos podemos destacar la cebolla cruda, la piña, el kiwi, la soja y las uvas negras, que conviene añadir a la dieta para bajar los niveles de plaquetas en la sangre.
¿Qué es el recuento alto de plaquetas?
El recuento alto de plaquetas se conoce como trombocitosis. La prueba se puede hacer sola o como parte de una prueba de recuento sanguíneo completo. Por lo general, el médico realizará una prueba de recuento de plaquetas si sospecha que una persona tiene un trastorno que afecta su nivel de plaquetas.
¿Cómo reducir las plaquetas?
Hay algunos alimentos y plantas que también pueden ayudar a reducir las plaquetas, por ejemplo: Ajo. Ginkgo biloba. Ginseng. Pescados azules (salmón, truchas, sardinas, atún, etc.). Marisco. Yema de huevo. Frutos secos.
¿Cuáles son los remedios naturales para las plaquetas altas?
Frutos secos. Si la causa de las plaquetas altas es una enfermedad, estos remedios naturales no servirán de mucho y seguirá siendo fundamental cortar el problema de raíz. Además, antes de hacer uso de estos alimentos y, sobre todo, plantas medicinales es bueno consultarlo con un médico.
¿Cuáles son las causas más comunes de tener plaquetas altas?
Las causas más frecuentes de tener las plaquetas altas son: Infecciones virales o bacterianas. Suele ser una de las causas más comunes. Estrés. Déficit nutricional, sobre todo por falta de hierro. Trastornos renales como el síndrome nefrótico.