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¿Qué significa la palabra falcata?
La falcata es una espada de filo curvado originaria de la Iberia prerromana. Su uso está históricamente asociado con las poblaciones del sureste de la península ibérica durante la conquista de Hispania, donde constituye una de las armas blancas nativas más emblemáticas de la Antigüedad.
¿Cómo se llamaban los guerreros celtas?
Ellos fueron llamados Keltoi o gálatas por los griegos y celtas o Galli por la Romanos. Aristóteles comentó que en su valor había un elemento de la pasión como la de todos los bárbaros.
¿Cuándo se inventó la falcata?
La primera vez que se utilizó por escrito el término «falcata» fue -que nosotros sepamos- en un artículo publicado por M. Fulgosio en la revista Museo Español de Antigüedades del año 1872, sólo cinco años después de que L. Maraver describiera los primeros ejemplares.
¿Quién vencio a los celtas?
Los celtas que vivían fuera de esas regiones habían sido derrotados por las tribus germánicas del norte y los dacios, al este. En el siglo V d.C. todos los restos de los celtas habían desaparecido de Gran Bretaña y la Galia, cuando las invasiones germanas siguieron al colapso del Imperio romano.
¿Cómo se llamaba la historia de la espada?
La historia de la espada cada vez se hacía más conocida, y se popularizo por Europa continental, para ese entonces, los escritores habían modificado su nombre a Excalibur. Con esto, surgieron distintas prosas de Lancelot, de Merlín y de Arturo, a veces los relacionaban entre sí, o era historias particulares de cada personaje.
¿Qué dice la Biblia sobre las espadas?
La primera mención clara de una de estas “espadas” en la Biblia se encuentra en 1Sa 17:51 “Entonces David corrió, se puso sobre el filisteo [Goliat], y tomando la espada de este, la sacó de su vaina y lo mató cortándole la cabeza con ella” (rva).
¿Qué es la espada y para qué sirve?
La espada es el único elemento mencionado por Pablo que sirve para atacar. De hecho, si todo el resto de nuestra armadura se encuentra en perfectas condiciones, pero no tenemos espada, nos convertimos simplemente en un blanco móvil y muy bien protegido.
¿Por qué nuestra espada es la única que necesitamos?
Pablo nombra solamente un arma, porque es la única que necesitamos: no existe ningún enemigo que la Palabra y el Espíritu de Dios no puedan destruir. Por lo tanto, armados con nuestra espada, avancemos para luchar contra nuestros enemigos. La pelea es real e inmediata y está frente a nosotros.