Tabla de contenido
¿Qué pretende demostrar el experimento del pequeño Albert?
Su objetivo era probar en un bebé de escasa edad y lo menos condicionado posible cómo el ser humano podía adquirir miedos por entornos condicionados, después trasladar estos miedos a otros estímulos, y por último intentar corregirlos.
¿Cuál es la teoria conductista de Watson?
El objeto de estudio del conductismo, según Watson, es característicamente directo y objetivo: la conducta observable, medible y cuantificable. Su finalidad es que dado el estímulo, poder predecir la respuesta, y dada la respuesta poder predecir el estímulo antecedente.
¿Qué establece el conductismo?
El conductismo se basa en el empleo de procedimientos estrictamente experimentales para estudiar el comportamiento observable, es decir, la conducta, teniendo en cuenta como variables el conjunto de estímulos y repuestas que conforman el entorno.
¿Cuál es el objetivo del experimento de Little Albert?
Seleccionando al pequeño Albert. Watson llevaba unos años como investigador interno en la Universidad Johns Hopkins, en Baltimore, cuando en 1920 comenzó con el experimento de Little Albert. Su objetivo era probar en un bebé de escasa edad y lo menos condicionado posible cómo el ser humano podía adquirir miedos por entornos condicionados,
¿Quién es el bebé de 8 meses?
Eligieron un bebé de 8 meses al que llamaron Albert, presumiblemente escogido del Hogar Harriet Lane para niños discapacitados. Parece que su madre trabajaba allí de nodriza, aunque la identidad del pequeño Albert todavía no está clara a día de hoy, como más adelante veremos.
¿Cómo se llama el experimento de un bebé de 11 meses para probar fobias?
Pequeño Albert: un cruel experimento a un bebé de 11 meses para probar fobias En 1920 John B. Watson, padre del conductismo, realizó el experimento llamado «Little Albert» o «Pequeño Albert», repudiado años después por su falta de ética y moralidad.
¿Por qué el bebé temía a la rata?
En ella Watson comprobó el segundo de sus puntos de partida: el mecanismo conductual que había hecho que el bebé temiera a la rata a la que al principio no tenía miedo era también transferible a otros estímulos. Para ello cambiaron a la rata por un conejo, un perro, o un abrigo de piel.