¿Cuál fue el plan de Dédalo?
Así que Minos llamó al mejor inventor de la isla de Creta, un tal Dédalo y le pidió que construyese un laberinto tan complicado que el Minotauro nunca pudiera salir de él. Y Dédalo se puso a construir junto a su hijo Ícaro el laberinto para el Minotauro. Fabricó unas alas de cera para él y otras para su hijo.
¿Qué hizo que las plumas se desprendieron de las alas de Ícaro?
De repente, el aire se hizo más y más cálido y las plumas de sus alas se desprendieron una a una. Era demasiado tarde, el sol había derretido la cera que unía las plumas. Dédalo escuchó los gritos de su hijo y voló en su dirección, pero lo único que encontró fue miles de plumas flotando en el mar.
¿Cómo fijo Dédalo las plumas a las alas?
Dédalo construyó para ellos unas alas con las muchas que caían del cielo; las iba pegando con la cera de las velas que había en las esquinas del laberinto y las fijó a los hombros de su hijo y en los suyos, para después emprender el vuelo.
¿Qué pasó con las alas de Ícaro?
El calor de sol empezó a derretir la cera de las alas de Ícaro entonces empezó el drama, las plumas comenzaron a desprenderse, hasta que las alas no soportaron más el peso de Ícaro y cayó ante la mirada atónita de su padre.
¿Qué le pasó a Dédalo?
El castigo no solo recayó sobre Dédalo, sino también sobre su hijo, Ícaro, que entonces era muy joven. Los dos fueron condenados a vivir en ese laberinto; sin embargo, el ingenioso arquitecto no estaba dispuesto a resignarse con ese destino.
¿Cómo se construyeron las alas de Dédalo?
Con esos elementos, Dédalo construyó unas alas para sí mismo y para su hijo Ícaro. La única forma de escapar del laberinto era volando. Con mucha paciencia, le dio forma a las alas. Cuando estuvieron listas, y poco antes de huir, le advirtió a Ícaro que no debía volar demasiado bajo, pues las alas podían chocar con el mar y endurecerse.
¿Cuáles fueron los hijos de Dédalo?
Dédalo e Ícaro. En la mitología griega, Dédalo (en griego Δαίδαλος Daídalos ), hijo de Eupálamo y Alcipe, era un arquitecto y artesano muy hábil, famoso por haber construido el laberinto de Creta. Dédalo tuvo dos hijos: Ícaro y Yápige . Dédalo estaba tan orgulloso de sus logros que no podía soportar la idea de tener un rival.