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¿Cómo es el dicho de la tormenta?
“Tormenta por la mañana, no quita pan ni jornada.” “Cuando hay tormenta, con Dios se cuenta.” “Gran tormenta, a los débiles amedrenta.” “Gran tormenta, mucho espanta, pero pronto levanta.”
¿Cuándo sales de la tormenta no eres la misma persona que entro en ella?
“Y una vez que la tormenta termine, no recordarás cómo lo lograste, cómo sobreviviste. Pero una cosa sí es segura, cuando salgas de esa tormenta, no serás la misma persona que entró en ella. De eso se trata la tormenta”, Haruki Murakami.
¿Qué estaba haciendo Jesús cuando se levantó la tempestad?
Jesús se levantó y mandó que la tormenta se calmara. Los discípulos observaban mientras las olas dejaban de azotar y los vientos dejaban de soplar. La tormenta había terminado, tal como Jesús había mandado que lo hiciera. A veces ocurren cosas que nos dan miedo, pero Jesús está cerca.
¿Por qué los hombres se enferman de la calma?
Los que se enferman de la calma es que no conocen la tormenta. Dorothy Parker Como practicante de las artes marciales de toda la vida, estoy capacitado para mantener la calma en medio de la adversidad y el peligro. Steven Seagal Las miserias de todos los hombres se derivan de no poder sentarse tranquilos en una habitación estando solos.
¿Cuáles son los grandes acontecimientos que me hacen estar tranquila y en calma?
Los grandes acontecimientos me hacen estar tranquila y en calma; son sólo bagatelas las que me irritan los nervios. Reina Victoria Cualquier persona puede sostener el timón cuando el mar está en calma. Publilio Siro El romance es tempestuoso.
¿Por qué es importante la mente en calma?
Una mente en calma trae fuerza interior y confianza en uno mismo, por eso es muy importante para la buena salud. Dalai Lama La persecución, incluso de las mejores cosas, debe ser calmada y tranquila. Marco Tulio Cicerón La soledad es la casa de la paz. TF Hodge ¿Con qué frecuencia hablamos sólo para llenar el espacio tranquilo?
¿Cuáles son los mástiles invitando a las tormentas?
Y, quizás, los mástiles, invitando a las tormentas son los que un viento inclina sobre los naufragios perdidos, sin mástiles, sin mástiles, ni islas fértiles… ¡Pero, oh corazón mío, escucha el canto de los marineros! – Stéphane Mallarmé 68.
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