Tabla de contenido
¿Por qué es importante estudiar a los antiguos romanos?
La antigua Roma sigue siendo relevante por razones muy distintas; sobre todo, porque los debates romanos nos han proporcionado un modelo y un lenguaje que siguen definiendo nuestra manera de entender el mundo y reflexionar sobre nosotros mismos, desde la teoría más elevada hasta el humor más chabacano, capaces de …
¿Cuál era la finalidad de su sistema educativo en la antigua Roma?
El objetivo de la educación en la antigua Roma era preparar al niño para su ingreso en la propia sociedad romana.
¿Por qué es importante estudiar Alós griegos?
El griego es una lengua “lógica” en su estructura y funcionamiento, fonéticamente equilibrada, sonora y de enormes posibilidades comunicativas. Al igual que el griego clásico y el latín, puede servir como lengua instrumental para la comprensión de las actuales lenguas europeas.
¿Cuáles fueron las críticas más duras de los romanos?
Fue además un imperio en el que las críticas más duras procedían de los propios romanos. Roma no fue simplemente la hermana pequeña, primitiva y revoltosa de la Grecia clásica, en la que sólo se dedicaban a la ingeniería, la eficacia militar y el absolutismo, frente a unos griegos que preferían la curiosidad intelectual, el teatro y la democracia.
¿Por qué los romanos no empezaron su andadura?
La realidad es que los romanos no empezaron su andadura con un grandioso plan de conquistar el mundo. Acabaron por justificar su imperio por un destino manifiesto, y Virgilio utilizó su épica nacional, la Eneida, para hacer en retrospectiva que Júpiter profetizara que Roma iba a ser “un imperio sin límites”.
¿Cuál es la idea de los romanos como matones?
En mi opinión, lo que más debemos revisar es la idea unívoca de los romanos como matones. Tiene una forma inocua y humorística, en las historias del valiente Astérix y sus enfrentamientos con las legiones romanas (que es la primera imagen que tenemos casi todos).
¿Cómo era la costumbre de Roma en los primeros siglos?
Al menos en sus primeros siglos, la costumbre habitual de Roma, única en el mundo antiguo y en la mayor parte del moderno, era convertir a los que había derrotado en ciudadanos romanos y transformar a los viejos enemigos en aliados y futura mano de obra.