¿Qué tan normal es tener amigos imaginarios?
Los amigos imaginarios son una fantasía normal en los niños de entre 2 y 7 años. En condiciones normales no son indicativos de que haya ningún problema. Son producto del desarrollo evolutivo normal de los niños.
¿Qué hacer si mi hijo tiene un amigo imaginario malo?
Hay que dejar que los niños jueguen con su amigo imaginario tranquilamente sin inmiscuirse en ningún momento. También es necesario que los padres no les regañen o les digan que no tienen que hacerlo. Los niños pensarán entonces que están haciendo algo malo y o dejarán de hacerlo o lo harán a escondidas.
¿Qué es un sonido imaginario?
Aprensión falsa o juicio de algo que no hay en realidad o no tiene fundamento.
¿Por qué los niños tienen amigos imaginarios?
Si bien no ocurre en todos los niños, la presencia de amigos imaginarios es algo que a nivel general suele aceptarse como algo normal que pasará con el tiempo. Sin embargo, muchos padres muestran una gran preocupación cuando les ocurre a sus hijos ante la posibilidad de estar presenciando algún tipo de alteración o patología mental.
¿Cómo evitar la existencia de un amigo imaginario?
No es recomendable castigar, negar o ignorar la existencia del amigo imaginario, si bien cabe valorar el tipo de amigo o de personalidad que tiene. Tampoco intentar forzar que el niño haga actividades sobreocupando su tiempo para evitar la existencia de este amigo.
¿Por qué los padres preguntan sobre los amigos imaginarios de los hijos?
Algunos padres llegan a la consulta con un psicólogo o psicopedagogo de la escuela para preguntar sobre el o los amigos imaginarios de los hijos. Las dudas más habituales son las siguientes: ¿Es algo patológico? No, nuestros pequeños no están enfermos ni tienen problemas mentales por afirmar que tienen un amigo imaginario.
¿Cuál es la diferencia entre tener un amigo imaginario y hablar en voz alta solos?
No se si hay una confusión entre tener un amigo imaginario y hablar en voz alta solos. Que los niños hablen solos es habitual, el ejemplo típico es cuando un niño/a desarrolla una conversación -más o menos coherente- con sus muñecos.