Tabla de contenido
¿Cuál es la función de la lejía?
La lejía es ideal para limpiar la lavadora, desinfectar la nevera, suelos y superficies, blanquear el inodoro, eliminar el moho y acabar con los malos olores. Eficaz para combatir olores. Es el mejor blanqueante para la ropa. También es utilizada para eliminar algunos de los microorganismos que provocan alergias.
¿Qué es mejor para limpiar la lejía o el amoníaco?
Y es que no es lo mismo desinfectar que limpiar. En este sentido, el amoníaco destaca por su poder desengrasante, pero no desinfecta al mismo nivel que la lejía; en cambio, la lejía es por excelencia el producto más usado para desinfectar los hogares y hoy más que nunca se ha convertido en una gran aliada.
¿Dónde no usar lejía?
Nunca debemos usar este producto en superficies enceradas o barnizadas (parqués naturales y/o barnizados) y superficies de muebles lacadas o enceradas. Es recomendable usar guantes cuando lo usemos y, sobre todo, nunca deberemos mezclar con lejía o productos que la contengan.
¿Cómo echar la lejía en el cubo?
Una vez tengamos el cubo lleno de agua, sin llegar a rebosar, se procede a echar la lejía. La proporción sería de un vaso de lejía por cada 10 litros de agua. Es importante no llenar hasta el borde el vaso ni el cubo. Esta primera medida se utiliza en hogares sin personas contagiadas, es decir, que ningún miembro de la familia tenga el coronavirus.
¿Cómo desinfectar la lejía doméstica?
De ahí que las autoridades sanitarias recomienden el uso de hipoclorito al 0,1\% para desinfectar todo tipo de superficies. La lejía doméstica tiene una concentración de hipoclorito que puede variar desde el 3\% al 6\%.
¿Cuál es la proporción de la lejía en 1 litro de agua?
En caso de que un familiar esté enfermo, la proporción cambia y se procede a usar una lejía de 0,5\%. La proporción es de 120cc de lejía en 1 litro de agua. El segundo consejo es seguir las instrucciones del fabricante para evitar cualquier tipo de daño o destrozo en nuestro hogar.
¿Cómo echar la lejía en una fregona?
El primer consejo es tener un cubo, un ejemplo es el cubo de la fregona, para llenarlo hasta arriba de agua fría. Una vez tengamos el cubo lleno de agua, sin llegar a rebosar, se procede a echar la lejía. La proporción sería de un vaso de lejía por cada 10 litros de agua.