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¿Cómo se llama la estrella nueva?
Una supernova es la explosión de una estrella. Generalmente son estrellas muy masivas que al final de su vida terminan expulsando todo el material que estaba en su interior por medio de una onda choque y eso nos permite ver las diferentes capas que la componían.
¿Qué es una estrella nova?
Del latín nova («nueva»), se denominó así a las estrellas nuevas que aparecían en el cielo, aunque estas estrellas ya existían y lo que se observaba, en realidad, era un incremento transitorio y muy brusco en el brillo aparente.
¿Cuántas supernovas existen?
Existen dos tipos principales de supernovas: las gravitatorias y las termonucleares. Las supernovas gravitatorias (técnicamente, supernovas de tipos II, Ib, Ic) son explosiones que se producen al final de la vida de las estrellas muy masivas.
¿Qué es la formación de una estrella?
Esto permite que la estrella en formación se haga visible por primera vez sin la ayuda de otros dispositivos, tales como infrarrojos. Finalmente, la joven estrella alcanza el equilibrio hidrostático, en el que se equilibra su compresión gravedad por su presión hacia el exterior, dándole una forma sólida.
¿Cómo comienza la vida de una estrella?
Una estrella comienza su vida como una gran nube de gas. La temperatura dentro de la nube es lo suficientemente baja como para formar moléculas. Algunas de las moléculas, como el hidrógeno, se iluminan y permiten a los astrónomos ver en el espacio.
¿Qué pasa si la estrella no es tan grande?
Si la estrella no es tan grande, simplemente se convertirá en una nebulosa planetaria. Esta formación se ampliará con el tiempo, pero se enfriará mientras se expande. Los neutrones que se forman en la estrella se toparán entre sí, formando una estrella de neutrones.
¿Cuál es la diferencia entre una estrella y una supergigante?
Si la estrella era lo suficientemente grande antes de expandirse, puede llegar a ser lo suficientemente grande como para ser clasificada como una «supergigante». Después de la expansión, la estrella puede llegar a ser lo suficientemente grande como para comenzar la fusión de moléculas de helio en su núcleo.