Tabla de contenido
¿Cuál es el plan de la salvación?
El Plan de Salvación es la plenitud del Evangelio. Éste incluye la Creación, la Caída, la expiación de Jesucristo y todas las leyes, ordenanzas y doctrinas del Evangelio. El albedrío moral, la capacidad de escoger y de actuar por sí mismos, es también una parte esencial del plan del Padre Celestial.
¿Dónde está escrito el plan de salvación de Dios?
Las Escrituras se refieren a ese plan como “el plan de salvación” (Alma 24:14; Moisés 6:62), “el gran plan de felicidad” (Alma 42:8), “el plan de redención” (Jacob 6:8; Alma 12:30) y “el plan de la misericordia” (Alma 42:15).
¿Cuáles son las etapas de la historia de la salvación?
Diez etapas de la historia de la salvación, introducción al los evangelios sinópticos y al nuevo testamento.
¿Cuál es el único requisito para la salvación?
Ese es el único requisito (Juan 3:16; Efesios 2:8-9). Dios ha provisto para nuestra salvación por medio de Jesucristo. Todo lo que debemos hacer es recibirla, por fe, confiando plenamente sólo en Jesús como Salvador (Juan 14:6; Hechos 4:12). Ese es el plan de salvación de Dios.
¿Qué es la salvación en la Biblia?
La salvación es liberación. Todas las religiones del mundo enseñan que necesitamos ser liberados, pero cada una tiene un entendimiento diferente de lo que necesitamos ser liberados, por qué necesitamos ser liberados, y cómo se puede recibir o lograr esa salvación. Sin embargo, la biblia deja muy claro que sólo hay un plan de salvación.
¿Quién es el único que puede proveer para nuestra salvación?
En el plan de salvación de Dios, Dios mismo es el único que puede proveer para nuestra salvación. Somos totalmente incapaces de salvarnos a nosotros mismos debido a nuestro pecado y sus consecuencias. Dios se hizo un ser humano en la persona de Jesucristo (Juan 1:1, 14).
¿Cómo manifestar el poder de la lengua y de nuestras palabras?
Que el poder de la lengua y de nuestras palabras sean usados por Dios para manifestar el poder de nuestra fe. Prepárese para dar la razón por la cual amamos al Señor en cualquier momento, a cualquiera. Nuestras palabras deben demostrar el poder de la gracia de Dios y la vida en el Espíritu Santo en nuestras vidas.