¿Qué quiere decir la palabra lobby?
Pero ¿qué es eso de los lobbies? El término inglés significa literalmente “vestíbulo”. Sin embargo, su acepción como “grupo de presión” partió de un vestíbulo concreto, el que en 1640 comunicaba la Cámara de los Comunes con la sala central del antiguo palacio de Westminster.
¿Cómo actuan los grupos de presion?
También son aquellos grupos de intereses organizados que no desean de forma directa el control del poder político sino sólo influir o presionar a los centros de tomas de decisiones, ya sea en el ámbito Legislativo o del Ejecutivo y de las diferentes organizaciones y administraciones públicas locales.
¿Qué debe de tener un lobby?
Un lobby es una habitación en un edificio utilizado para la entrada desde el exterior. A veces se lo conoce como un vestíbulo, recepción o un hall de entrada, a menudo es una habitación grande y vasta o complejo de habitaciones (en un teatro, ópera, sala de conciertos, sala de exposición, cine, etc.)
¿Qué es un lobby y para qué sirve?
En su sentido literal, el lobby es un recibidor o vestíbulo que se usa tanto en hoteles como en oficinas, restaurantes, hospitales, residencias, entre otros. Actúa como una sala de recepción, sala de espera o de estar.
¿Qué es el lobby financiero?
El lobby financiero: su presión consiguió en 1999 derogar la Ley Glass-Steagall, promulgada en 1933 (precisamente, después de la Gran Depresión), por la que se separaba la banca comercial de la banca de inversión, para evitar la especulación. Y de ahí, pocos años después, se produjo la Gran Recesión, iniciada por la caída de Lehman Brothers.
¿Cuál es la diferencia entre lobby y cabildeo?
De este modo, funciona también como un área de distribución, ya que separa ambientes o zonas. En tanto cabildeo, lobby refiere a un grupo de personalidades o instituciones dotadas de influencia, que ejercen presión en asuntos de diferente índole, especialmente políticos y legislativos, a fin de favorecer decisiones favorables a sus intereses.
¿Por qué es importante el lobbying?
Pese a estas lacras, el lobbying ha sido elogiado por la Comisión Europea: mejora las decisiones políticas al comunicar percepciones realistas de empresas, asociaciones o colectivos de ciudadanos. Eso sí, siempre que su gestión se realice con la mayor transparencia, para evitar el tráfico de influencias y otros delitos.