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¿Cuál es mi nacionalidad sí soy de Puerto Rico?
A las personas nacidas en Puerto Rico se las conoce como boricuas. Un boricua, por lo tanto, es un puertorriqueño.
¿Cuánto puertorriqueño viven en Estados Unidos?
Puerto Rico: un pueblo diaspórico
Población Puertorriqueña | Estados |
---|---|
Más de 1 Millón | Florida y Nueva York |
Entre 250K y 500K | Nueva Jersey, Pennsylvania, Massachussets y Connecticut |
Entre 75K y 250K | California, Texas, Illinois, Ohio, Carolina del Norte, Virginia, Georgia |
Menos de 75K | 37 estados más la capital federal |
¿Cómo hacer la ciudadanía?
Cómo convertirse en ciudadano estadounidense
- Verifique su elegibilidad. Debe tener al menos 18 años de edad.
- Complete el formulario N-400.
- Preséntese a la cita para que tomen sus huellas dactilares.
- Asista a la entrevista del proceso de naturalización.
- Vaya a la ceremonia de juramento.
- Solicite su pasaporte.
¿Por qué los puertorriqueños obtuvieron la ciudadanía estadounidense?
Cabe mencionar que no fue hasta que el Congreso de Estados Unidos aprobó en 1917 la Ley Jones, que los puertorriqueños obtuvieron la ciudadanía estadounidense. Esto les garantizó casi los mismos derechos que los ciudadanos que viven dentro de uno de los 50 estados de la unión americana.
¿Cuál es la situación legal de los puertorriqueños?
Actualmente la situación legal de los puertorriqueños es dual. En un memorándum enviado por el embajador estadounidense Henry Cabot Lodge Jr. en 1953, se reconoció que “la gente de la isla es considerada ciudadana de Estados Unidos y de Puerto Rico al mismo tiempo”.
¿Cuáles son los derechos de los puertorriqueños?
Los puertorriqueños tienen derecho a ondear su propia bandera, usar el dólar estadounidense, hablar inglés o español pero no participar en elecciones presidenciales si siguen viviendo en la isla (los que residen legalmente en territorio estadounidense sí pueden hacerlo).
¿Cuál es la situación política de Puerto Rico?
La situación política de Puerto Rico es compleja, pero no imposible de entender. (AP) Es 1898 y el Imperio Español está al borde del desmoronamiento. En ese momento su rival más poderoso es una joven nación que se alza como una amenaza a su hegemonía geopolítica y que busca expandir su influencia sobre las viejas colonias hispanas: Estados Unidos.