¿Qué hacer cuando tienes un mal día en el trabajo?
Si tienes un mal día en el trabajo, a continuación te damos algunos consejos para dar vuelta la situación.
- Toma una taza de té… afuera.
- Estírate. En vez de rabiar y discutir en tu escritorio, sale a caminar, te ayudará a despejar la cabeza.
- Sintoniza.
- Limpia tu escritorio.
- Escríbelo.
- Alcanzar.
- Cambia tu enfoque.
¿Cómo revertir un mal día?
Sin embargo, siempre puedes descubrir tú mismo qué cosas te hacen bien y te ayudan a que el día recobre su rumbo positivo.
- Respiración consciente.
- Soltar los músculos.
- Escucha música clásica.
- Camina sin rumbo fijo.
- 5. Lee un corto texto inspirador.
- Conversa con alguien nuevo.
- Juega como niño.
¿Cómo es tener un mal día?
“Se ilusionan e ignoran los pequeños detalles que no les gustan, evitan enfadarse o ponerse tristes para que todo funcione, hasta que es imposible obviar que las cosas no están bien… y puede ser demasiado tarde”. Y, según la autora de “Lo bueno de tener un mal día”, es la tristeza la que nos dice que algo no va bien…
¿Por qué es importante tener un mal día?
Tener un mal día es y será algo habitual a lo largo de nuestra vida, pero lo importante, lo esencial, es nuestra actitud ante esos momentos. Hay personas que magnifican demasiado los aspectos negativos vividos a lo largo del día.
¿Por qué hay días malos?
Es algo normal, los días malos siempre han existido y existirán, pero lo esencial es la actitud con la que nos enfrentemos a estos momentos. Para cuestiones más serias, si no afrontamos estos problemas en el momento adecuado, es posible que se acumulen y estallen cuando menos lo esperemos.
¿Cuál es la diferencia entre un mal día y un buen día?
La diferencia entre un mal día y un buen día es tu actitud, es el modo en que decidas ver cada una de las cosas que te suceden para afrontarlas.
¿Cuál es la importancia de los días malos y Buenos?
La importancia de los días buenos y los días malos La vida está plagada de experiencias buenas de las que disfrutar y de experiencias malas de las que aprender. Tener un mal día es y será algo habitual a lo largo de nuestra vida, pero lo importante, lo esencial, es nuestra actitud ante esos momentos.