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¿Por qué la gente dice malas palabras?
Decir palabrotas o groserías (maldecir o usar «malas» palabras) es un comportamiento casi normal del desarrollo en la niñez media y la adolescencia temprana. Para los niños, decir palabrotas es a menudo una forma de sentirse «sofisticados» y de mostrar que no tienen miedo de ser un poco «malos».
¿Cómo contestar a personas groseras?
Cómo responder a una persona grosera
- Decide si vas a responder. No todos los que son groseros contigo merecen que les respondas.
- Habla con asertividad. Ser asertivo es un punto medio entre ser agresivo y ser pasivo.
- Comunica cómo te sientes.
- Sé claro sobre la aceptabilidad.
- Defiéndete.
¿Cómo responder un comentario grosero?
Respira profundamente, toma nota de las emociones que generó ese comentario, cálmate y valora cuál es la respuesta más oportuna. Recuerda que en ese tipo de situaciones solo hay una cosa que puedes controlar: a ti mismo. Tienes el poder de no ceder a la hostilidad.
¿Qué son las malas palabras?
Eran también malas palabras, referirse a algunas partes del cuerpo, tanto del hombre, como de la mujer, también eran o son, malas palabras referirse a algunas acciones que llevan a cabo, hombres y mujeres.
¿Cómo afectan las malas palabras a tu imagen?
Decir malas palabras daña tu imagen. El libro Cuss Control afirma: “La manera en la que hablas puede determinar quiénes serán tus amigos, cuánto te respetarán tus familiares y compañeros de trabajo, cómo serán tus relaciones, cómo influirás en otras personas, si conseguirás un trabajo o un ascenso y cómo te verán las personas que no te conocen”.
¿Qué dice la Biblia sobre las malas palabras?
La Biblia dice: “No salga de [su] boca ninguna palabra sucia” (Efesios 4:29, La Biblia al Día, edición para España). Ponte una meta. Trata de no decir malas palabras durante un mes. Escribe tu progreso en una gráfica o en un calendario.
¿Qué significa ser mal hablado?
Las malas palabras no son solo palabras. Tu forma de hablar revela lo que hay en tu corazón. Ser mal hablado demuestra que no te importan los sentimientos de los demás. Piensa: ¿eres así en realidad? La Biblia dice: “Las cosas que proceden de la boca salen del corazón” (Mateo 15:18).