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¿Qué tan malo es para la salud comer mucha salsa de tomate?
Salsa de tomate: así afecta al organismo su consumo en exceso
- Sistema inmune pobre. La salsa de tomate tiene un valor nutricional bajo y no contiene proteínas ni fibra.
- Enfermedades cardíacas.
- Obesidad y resistencia a la insulina.
- Acidez y pirosis.
- Problemas articulares.
- Enfermedades renales.
- Alergias.
¿Cómo se le quita lo amargo a la salsa de tomate?
El truco más conocido y, de hecho, muchas recetas ya lo incluyen como ingrediente es añadir una pequeña cantidad de azúcar, preferiblemente moreno, espolvorearlo como si estuviésemos echando sal sobre la salsa y cocinar unos minutos a fuego bajo para evitar que se queme el azúcar.
¿Cómo arreglar una salsa de tomate ácida?
Cuando hiervas los tomates verdes, agrega una cucharadita de bicarbonato de sodio, esto balanceará el pH del tomate. Si después de preparar tu salsa te das cuenta de que te quedó ácida, agrega un poco de azúcar refinada; esto le quitará lo picante a la salsa, solo eliminará la acidez.
¿Qué causa la salsa?
Tradicionalmente está elaborada con semillas de mostaza, agua, vinagre, sal, azúcar, zumo de limón y especias. Entre estas últimas destaca la cúrcuma, cuyas propiedades antiinflamatorias convierten a la salsa original en un producto de lo más saludable.
¿Qué hacer con la salsa de tomate?
Luego con la salsa fresca he hecho tomate frito al estilo italiano para preparar una lasaña. También podéis envasar la salsa de tomate para hacer conservas y usarla para preparar una pizza o lo que más os guste. Ten en cuenta que cuando más bueno serán los tomates tanto mejor será la salsa y más rico el plato donde la emplearemos.
¿Cómo reducir la acidez del tomate?
En el caso de tratarse de tomate de bote, ya sea frito, crudo, o troceado, es importante añadirle a la hora de calentarlo azúcar y sal para restar la acidez. Ambos sabores casan a la perfección con el toque ácido, y el azúcar es un gran aliado a la hora de reducir la acidez.
¿Cómo limpiar la salsa de tomate?
Si la salsa de tomate es de elaboración casera, se debe limpiar bien el tomate retirando la piel y las pepitas, ya que estas son las partes más ácidas de esta fruta. Este truco es un gran aliado a la hora de restar la acidez de la salsa.
¿Cómo cocinar los tomates?
Llenar un bol con abundante agua e ir aplastando de uno en uno los tomates para que suelten el agua y las semillas. Poner los tomates en una olla con unas hojas de albahaca y poner a cocinar a fuego medio con una tapa durante 8-15 minutos (según tipo de tomate que uséis) hasta ver que la piel se empieza a despegar.