Tabla de contenido
¿Cómo era la personalidad del Príncipe Feliz?
Esta extraña pareja resulta muy simpática y atrayente, por su características tan dispares: el Príncipe Feliz, que se yergue inmóvil, grandioso, atrapado en su majestuosidad de estatua solitaria y la golondrina, una avecilla pequeña, símbolo de la libertad, que emigra constantemente de país en país.
¿Qué características tienen los personajes del cuento Príncipe Feliz?
Los personajes principales son el príncipe y la golondrina. Los dos tienen una característica común: no son estáticos, son personajes que cambian en profundidad, que evolucionan espiritualmente. El príncipe lo hace cuando ya se ha convertido en estatua y descubre el mundo real con sus miserias y melancolías.
¿Cuál es la diferencia entre la niña de los cerillos y el príncipe feliz?
Pero si en “La niña de los cerillos” el destino fatal se presenta como terriblemente ineludible, en “El príncipe feliz” Wilde construye un mínimo ápice de esperanza, en tanto el protagonista y su aliada ayudan a la niña: la Golondrina “arrancó el otro ojo del Príncipe y se lanzó hacia abajo con él.
¿Qué pasó con la estatua del príncipe feliz?
El Alcalde decide derribar la estatua del Príncipe Feliz, fundir el metal y levantar otra estatua en su lugar, esta vez de sí mismo. En el proceso de fundición, uno de los obreros observa que el corazón de plomo no se funde, así que lo tira sobre una pila de basura donde también yace la Golondrina muerta.
¿Cuáles son los atributos del príncipe feliz?
Dichos atributos aparecen entrelazados, en “El príncipe feliz”, con una característica siempre presente en la literatura de Wilde, en base a la que se estructura el inicio del cuento: la ironía: el Príncipe Feliz, protagonista del relato, está inmerso en una honda tristeza.
¿Cuál es la verdadera interioridad del príncipe?
Sin embargo, presentando la verdadera interioridad del Príncipe es que Wilde realiza un movimiento muy propio de su literatura: resquebraja toda apariencia para evidenciar que nada ni nadie, si es expuesto a la crudeza de la realidad, puede estar exento de dolor, ni siquiera el Príncipe Feliz.