Tabla de contenido
¿Cómo puedo saber si tengo un trauma?
Si quieres reconocer trauma emocional en ti o en una persona cercana a ti, estos son algunos de los síntomas más comunes:
- No poder dormir y sufrir pesadillas por las noches.
- Mayor irritabilidad.
- Ansiedad y nerviosismo a todas horas.
- Miedo ante cualquier situación, incluso en las más normales del día a día.
¿Cómo deshacerse de un trauma?
3 pasos para superar un trauma
- Aprender consciencia corporal, unida a la respiración. Para cambiar, debemos abrirnos a nuestra experiencia interior.
- Volver a disfrutar del contacto. La manera más natural de que los seres humanos se calmen cuando están alterados es aferrándose a otra persona.
- Practicar yoga.
¿Qué pasa si no superas un trauma?
Cuando el trauma es muy grande, puedes experimentar un profundo sentimiento de indefensión y desesperanza. Puedes perder la alegría y los motivos para vivir, por lo que podrías desarrollar un cuadro depresivo e incluso tener ideas suicidas. Trastorno por estrés postraumático.
¿Qué es el estrés?
El estrés es la forma que tiene tu cuerpo de responder ante cualquier tipo de demanda o amenaza. Cuando te sientes asustado, tu sistema nervioso responde liberando un torrente de hormonas del estrés, incluyendo la adrenalina y el cortisol, que activan el cuerpo para una acción de emergencia.
¿Qué es la gestión del estrés?
La gestión del estrés puede enseñarte formas saludables de cooperar con él, ayudándote a reducir sus efectos perjudiciales, y a prevenir la espiral que hace que no tengas control sobre lo que sucede.
¿Cuáles son las consecuencias del estrés?
Las glándulas producen hormonas, como la adrenalina y el cortisol, que ayudan a que el cuerpo reaccione ante el estrés. El hígado aumenta el nivel de azúcar en la sangre para darnos más energía. Demasiado estrés puede provocar: diabetes, defensas bajas —y por lo tanto más enfermedades—, cambios de humor y aumento de peso
¿Cuáles son los beneficios del estrés?
Cierto grado de estrés también puede ayudarnos a alcanzar nuestras metas o a rendir mejor, por ejemplo, durante un examen, una entrevista de trabajo o a la hora de practicar algún deporte. Sin embargo, el estrés prolongado, intenso o crónico puede hacernos mucho daño.