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¿Cómo saber si la neoplasia es benigna o maligna?
Las benignas se mantienen localizadas en el sitio de origen. No tienen capacidad de infiltrar, invadir ni dar metástasis. La mayoría forma una cápsula fibrosa que los rodea y los separa del tejido vecino. Lo opuesto ocurre para una neoplasia maligna, esto es infiltran, invaden y dan metástasis.
¿Cómo se diagnóstica una neoplasia?
El diagnóstico definitivo de las neoplasias malignas se realiza, por lo general, en el nivel especializado, pero habitualmente el paciente comunica los primeros síntomas a su médico de atención primaria (AP), especialmente en un sistema sanitario en el que la AP es la puerta de entrada al sistema.
¿Cómo se tratan los malignos?
Por otra parte, el tratamiento de los malignos suele ser más complejo. La mayoría combinan la cirugía con ciclos de radioterapia o quimioterapia, incluso con ambos. Esto se realiza con el fin de asegurar la eliminación de las células malignas en cualquier parte del organismo. Ante cualquier tumor, lo más importante es realizar una detección precoz.
¿Es posible tener un tumor maligno?
Hoy en día, la posibilidad de tener un tumor maligno es una preocupación que nos persigue a casi todos. Actualmente, el cáncer es una de las principales causas de muerte en el mundo. Es normal sentir miedo de sufrirlo.
¿Qué es la malignidad?
El término «malignidad» se refiere a la presencia de células cancerosas que tienen la capacidad de diseminarse a otros sitios en el cuerpo (hacer metástasis) o invadir y destruir tejidos cercanos (localmente).
¿Por qué las células malignas no mueren de manera normal?
Estas células malignas tienden a tener un crecimiento rápido e incontrolable y no mueren de la manera normal debido a cambios en su estructura genética. Las células malignas que son resistentes al tratamiento pueden reaparecer después de haberse eliminado o destruido todos los restos detectables de ellas.