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¿Cuál es tu mayor temor poema?
Nuestro mayor temor no consiste en no ser adecuados. Nuestro temor consiste en que somos poderosos más allá de toda medida. Es nuestra luz y no nuestra oscuridad lo que nos atemoriza. Nos preguntamos: “¿Quién soy yo para ser brillante, espléndido, talentoso, fabuloso?” Pero, en realidad, ¿quién eres tú para no serlo?
¿Qué sentimientos da un poema?
El poema, al ser expresión de los sentimientos, a lo largo de la historia se ha relacionado con el amor, pero hay que relacionarla con otros temas que reflejen las emociones del autor ante la contemplación del mundo o de la realidad: amor, pena, soledad, miedo, fracaso, alegría, desamparo, nostalgia…
¿Cuál es el miedo más grande?
Posiblemente uno de los más conocidos es el miedo al fracaso, pero muchas veces éste esconde al más grande de todos: el miedo a la grandeza, un miedo que tienen muchos, muchísimos individuos, y que se disfraza con este “miedo al fracaso aparente”. Te voy a explicar por qué.
¿Qué es el miedo a la oscuridad?
“Miedo a la oscuridad” no es solamente el título de una canción de Iron Maiden (Fear of Dark), sino que es un trastorno fóbico que puede causar un gran malestar a la persona que lo sufre. Se conoce también como escotofobia, aunque frecuentemente suele asociarse al miedo a la noche o nictofobia.
¿Por qué la noche es sinónimo de oscuridad y miedo?
La noche no es sinónimo de oscuridad y miedo, sino de un sinfín de luces muy especiales y otras maravillas que no podemos perdernos. Un niño mira triste por la ventana: en la calle los niños corren y ríen.
¿Cuáles son los cuentos que se centran en el miedo a la oscuridad?
Los cuentos que os propongo se centran sobretodo en el miedo a la oscuridad, ya hablaremos de los otros más adelante, sino se haría muy aún más largo. 1. «Enceder la noche», Ray Bradbury y Noemí Villamuza, Ed. Kókinos
¿Cómo se llaman los monstruos que tienen miedo a la oscuridad?
Kókinos En este cuento son los monstruos los que tienen miedo a la oscuridad, tanto que lloran, tiemblan, gritan y se esconden debajo de la cama o dentro de los armarios, pero sólo consiguen asustarse aún más. La única forma de tranquilizarles es comprenderles, achucharles y contarles un cuento, ¡es que son como niños!