Tabla de contenido
¿Cuáles son las consecuencias del duelo?
Como crisis vital, el duelo puede resultar devastador, pero de igual manera puede ser un motor de crecimiento, desarrollo interno y crecimiento humano.
¿Qué es el tratamiento del duelo?
El tratamiento del duelo lo trabajamos a través de la Terapia Breve Estratégica y EMDR (siglas en inglés de Desensibilización y Reprocesamiento a través de Movimientos Oculares) que son las técnicas que han demostrado ser las más innovadoras y eficaces para afrontar los procesos de duelo y trabajar los bloqueos, las resistencias y las defensas.
¿Qué es la elaboración del duelo?
La experiencia emocional de enfrentarse a la pérdida, es lo que llamamos elaboración del duelo, que nos conduce a la necesidad de adaptación a una nueva situación. El duelo se trata de una herida y, por tanto, requiere de un tiempo para su cicatrización.
¿Qué ocurre en los duelos no resueltos?
Lo que ocurre en los duelos no resueltos es que las sensaciones, en lugar de producir cambios para ir avanzando en las diferentes fases, lo que hacen es justamente que llegan a paralizar el curso del duelo normal. ¿Qué son los duelos postergados? Es difícil reconocerlos y atravesarlos.
1. Acepta el duelo Cualquier pérdida puede provocar consecuencias a nivel psicológico, y el proceso de duelo no solamente se refiere a la muerte de un ser querido o una ruptura de pareja, sino también a un despido de trabajo.
¿Por qué dejar de fumar es un duelo?
Si, también puede ser algo, no solo tienen por qué ser personas, por ejemplo, dejar de fumar supone un duelo. A menudo, el dolor de la pérdida puede ser abrumador. Una persona que está transitando un duelo puede experimentar todo tipo de emociones, desde la ira hasta la incredulidad, culpa y tristeza profunda.
¿Por qué los duelos son más complicados?
Los duelos pueden resultar más complicados por muchos motivos, circunstancias en las que esa persona falleció, la relación que teníamos con esa persona, duelos anteriores no resueltos…
¿Qué pasa si no encuentro trabajo?
Si entre los 18 y 24 meses, aproximadamente, aún no ha encontrado trabajo, la persona comienza a estar más depresiva y resignada con su situación. Aparecerán sentimientos de desgana, apatía y de inferioridad. Así, si en ese punto la situación se mantiene por más tiempo, generalmente se han perdido las ganas.