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¿Qué representa el ave Fénix?
El fénix ha sido un símbolo del cuerpo físico y espiritual, del poder del fuego, de la purificación, y de la inmortalidad.
¿Qué enseñanza nos deja el ave Fénix?
El ave fénix es aquel que se levanta de las cenizas de su propia destrucción como una criatura de fuego majestuosa que vuelve mucho más poderosa, fuerte y valiente. Este mito emblema no es más que el símbolo del poder de la resiliencia y de la capacidad de renovarnos incluso luego de habernos sentirnos abatidos.
¿Cómo renacer como el Ave Fénix?
Parte de renacer como el ave Fénix también es hacer ese proceso de aprendizaje de las situaciones pasadas, dejar que mucho se deshaga entre fuego y cenizas, y tomar todas esas experiencias para trabajar en un futuro mejor. Otro punto importante a tener en cuenta en el mito del ave Fénix es qué pasa con esas cenizas.
¿Qué es el Fénix?
Para los árabes, el Fénix era un ave mítica del tamaño de un águila con un plumaje brillante escarlata y dorado, o también era una garza. De acuerdo a la creencia, solo existía un Fénix a la vez y tenía una vida muy larga que variaba – según la versión – desde los 500 hasta los 12.994 años.
¿Qué pasó con el Ave Fénix?
Después de empollarlo durante algunos días, una noche, al caer el sol, el Fénix ardía espontáneamente, quemándose por completo y reduciéndose a cenizas. Gracias al calor de las llamas, se terminaba de empollar el huevo y, al amanecer, el cascarón se rompía, resurgiendo de entre los restos aún humeantes el ave Fénix.
¿Cuál es el mito del Fénix?
Se dice que el mito del Fénix fue tomado de la tradición egipcia, del ave mitológica Bennu. Este pájaro está relacionado con el culto solar de Heliópolis (la ciudad del sol). Era representada en el arte egipcio como una garza real. También se asoció con la inundación del Nilo y de la creación.
¿Cómo surgía el Fénix?
A medida que se acercaba el final de su vida, construía un nido de ramas aromáticas y especias, le prendía fuego y se consumía en las llamas. Después de tres días, el fénix surgía de las cenizas. El joven fénix reunía las cenizas de su predecesor y lo llevaba a Heliópolis para depositarlo en el altar del dios sol.